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La ciudad y los perros celebra sus primeros 50 años
La novela de Vargas Llosa integra la incipiente biblioteca de autores clásicos hispanos
LA NACIONMaría Elena Polack
Con apenas 50 años y tan actual como si hubiera sido escrita hace muy poco tiempo, La ciudad y los perros se integró oficialmente ayer a la incipiente colección de la Asociación de Academias de la Lengua Española (reúne a 21 entidades de nuestro continente, España y Filipinas) que procura sentar las bases de la gran biblioteca de autores clásicos de América latina.
Ahora, la obra que dio a luz Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura 2010, convive con Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes; Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; La región más transparente, de Carlos Fuentes; Antología, de Gabriela Mistral, y Antología general, de Pablo Neruda.
La nueva versión de La ciudad y los perros, conmemorativa de su cincuentenario, fue presentada anoche por el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, y el secretario de Redacción de LA NACION Jorge Fernández Díaz en la sala Leopoldo Lugones de esa entidad, junto con ejecutivos de Alfaguara, responsables de la edición.
Más allá de los momentos hilarantes generados por la ocurrente erudición de Barcia, la presentación marca la continuidad de una tarea académica que comenzó en 2004 con la presentación del Quijote en el Congreso de la Lengua en Rosario.
Barcia, coordinador de esta biblioteca de clásicos, entusiasmó al auditorio al anticipar que ya se trabaja para sumar a Jorge Luis Borges, con Ficciones y El Aleph, y planteó que entre los países que no tengan una obra clásica se editarán grandes antologías.
Al referirse a La ciudad y los perros, Fernández Díaz itió que tanto cuando leyó la novela en su juventud, en los incipientes 80, como hace apenas unas semanas sintió que Vargas Llosa la había escrito "exclusivamente" para él. Y que era como si la novela hubiera cambiado, ajustándose primero a los intereses de un joven y ahora a la visión de un lector veterano. "El tema central no era ese colegio militar [sobre el que gira la obra] sino la sociedad toda. La novela es una gran lección acerca de cómo reconvertir lo autobiográfico en ficción pura", opinó.
La edición conmemorativa incluye notas de otros autores, como Darío Villanueva y Javier Cercas; bibliografía, glosario, e índice onomástico. "Es una edición útil porque contempla un conjunto de estudios de españoles y americanos en diálogo crítico sobre la obra", argumentó Barcia al señalar al presidente de la Academia Peruana de la Lengua, Marcos Martos, como quien "cuidó la edición" y al propio autor como el revisor de la nueva obra, al igual que hicieron en su turno García Márquez y Carlos Fuentes.
Fernández Díaz se adentró en La ciudad y los perros, y habló de cómo el autor había tomado un trama simple, casi policial, y había construido una obra maestra, donde los personajes están vivos y son complejos, donde hay varios narradores y puntos de vista, y donde nadie es lo que parece: los buenos terminan siendo malos y viceversa. Una novela llena de climas y de impostores, un microcosmos que puede ser descripto como un verdadero "zoológico humano".
Barcia se refirió a Vargas Llosa: "Es un profesional, un profesor. Es consciente de las técnicas que se manejan de manera eficiente e invisible".
Recordó que en ocasión de su controvertida visita en 2010, cuando desde el oficialismo se intentó evitar que hablara en la Feria del Libro porque había sido públicamente crítico del partido gobernante, la Academia Argentina de Letras hizo un acto de desagravio. "Vargas Llosa agradeció nuestro gesto pero no asistió para no ahondar la tensión del momento", contó Barcia al marcar que el escritor "ha participado de la realidad política latinoamericana, siempre se comprometió y hubiera correspondido discutir y no tratar de censurarlo".
LA CIUDAD Y LOS PERROS
Publicada por primera vez en 1962
Autor: Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura 2010.
Premios: Biblioteca Breve en 1962 y de la Crítica Española en 1963; segundo puesto en el Prix Formentor a las Letras, impulsado durante los 60 por la editorial Seix Barral.
