Así se veía Tom Cruise en Amor sin fin, la película con la que debutó en el cine a los 19 años
El consagrado actor de Hollywood apareció por primera vez en la pantalla grande hace más de cuatro décadas; debutó con un papel menor en un largometraje de amor adolescente protagonizado por Brooke Shields
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Si bien muchos sueñan con llegar a Hollywood, solo pocos lo logran. Aunque están aquellos que irrumpieron en la escena con importantes roles protagónicos y en un abrir y cerrar de ojos se volvieron famosos, otros lo hicieron con pequeñas apariciones de escasos segundos que con el correr de los años, solo los mayores fanáticos recuerdan. Pero, es con la acumulación de experiencia con la que muchas veces obtiene los mejores resultados. Tom Cruise se inició así y hoy es uno de los actores más aclamados de su generación. Debutó en el cine a los 19 años en la película Amor sin fin (Endless Love) y su participación de poco menos de un minuto fue el puntapié para comenzar su prolífera carrera.

La primera película en la que actuó Tom Cruise fue Amor sin fin (Endless Love), basada en la novela homónima de 1979 del escritor estadounidense Scott Spencer. La historia narra el apasionado y prohibido amor adolescente entre Jade, una joven de 15 años, y David, de 17. Se enamoran perdidamente, pero los padres de ella harán hasta lo imposible por separarlos. El largometraje se estrenó en 1981 con los roles protagónicos de Brooke Shields y Martin Hewitt, las participaciones de Shirley Knight, Don Murray, Richard Kiley y Beatrice Straight y la dirección de Franco Zeffirelli.

En ese elenco también apareció por primera vez el nombre de Tom Cruise. Fue Billy, un estudiante del mismo instituto que los protagonistas. En su escena, que tuvo lugar en el patio del colegio, lucía unos pantalones cortos de jean y una remera musculosa celeste, la cual se quitó en cámara, quedándose con el torso descubierto. En aquel momento llevaba el pelo corto, con flequillo y en un tono castaño claro. Su personaje tuvo un breve diálogo en el que les contaba a sus compañeros sobre la vez que provocó un incendio.

Ahora, 44 años después de su debut en el cine, a los 62, Tom Cruise acaba de estrenar en el cine su última película hasta el momento: Misión imposible: la sentencia final (Mission: Impossible–The Final Reckoning), la octava parte de la franquicia que protagoniza desde 1996. Fue uno de los mayores desafíos de su carrera, puesto que si bien está acostumbrado a las escenas de acción, estas en particular tuvieron un grado de dificultad extremo. En una de ellas tuvo que, literalmente, caminar sobre las alas de un avión. “Soy un ser humano en ese avión... fue violento. Fue muy violento en ese avión“, itió en diálogo con el influencer Reece Feldman durante el Festival de Cannes, según reconstruyó Variety.
Aprender a caminar sobre las alas del avión, un tipo de caminata que, según advirtió, “nunca se hizo antes”, fue “realmente extremo”. Aunque estaba seguro de su decisión y tenía el deseo de “ir a gravedad cero” durante esas escenas, y con un avión que estaba en posición invertida, se encontró con serias dificultades, por lo que debió proceder “paso a paso”. Asimismo, en una entrevista con Empire, reveló que fueron tan intensas que hasta se desmayó. “Cuando sacás la cara, yendo a más de 120 a 130 millas por hora, no estás recibiendo oxígeno. Así que tuve que entrenarme para respirar. Hubo momentos en que me desmayaba físicamente, no podía volver a la cabina”, itió.