Una renuncia anunciada: el DT de Polonia se fue tras el escándalo con Robert Lewandowski
El entrenador le había quitado la cinta de capitán al goleador, que se automarginó de la selección
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Una noticia que parecía estar anunciada sacudió los cimientos del fútbol europeo este jueves: Michał Probierz, el DT de la selección de Polonia, presentó su renuncia indeclinable luego de un escándalo que involucró al máximo ídolo nacional.
La bomba estalló tras semanas de creciente tensión, desencadenada por un conflicto que expuso no sólo una fractura interna en el plantel, sino también la profunda desconexión entre la conducción técnica y el mayor emblema del fútbol polaco: Robert Lewandowski.
Todo comenzó días atrás, cuando Probierz decidió quitarle el brazalete de capitán a Lewandowski y entregárselo a Piotr Zieliński. La decisión, que según trascendió fue comunicada “por teléfono”, sorprendió no sólo al delantero del Barcelona sino también a los hinchas y a buena parte del ambiente futbolístico. La respuesta del goleador no se hizo esperar: anunció que no volvería a jugar para su selección mientras Probierz continuara en el cargo.
Con 36 años, 158 partidos internacionales y 85 goles con la camiseta blanca y roja, Lewandowski no es un jugador más. Fue capitán de Polonia durante una década y, pese a su veteranía, atraviesa un momento estelar: acaba de cerrar una gran temporada en el Barça, donde fue el segundo máximo goleador de La Liga y conquistó tres títulos.
El detonante final fue la derrota del martes ante Finlandia por 2 a 1, en Helsinki, por la fase de clasificación al Mundial 2026. Fue el tercer partido de esta etapa, pero la presión acumulada no permitió margen de error. La caída ante un rival menor generó una lluvia de críticas, y los cánticos ofensivos de la afición polaca contra Probierz fueron el termómetro del descontento generalizado. Como reconoció el exdelantero Andrzej Mielcarski, “en el conflicto con Lewandowski, el público no aceptó al seleccionador”. Las redes sociales, como se acostumbra en esta época, también hicieron lo suyo para desgastar al técnico.
Grzegorz Milko, periodista y exfutbolista, fue categórico: “La guerra que Probierz declaró contra Lewandowski fue completamente innecesaria. Michał siempre fue un luchador, pero esta vez fue él quien cavó su propia tumba”. Milko, como tantos otros analistas y exjugadores, sostiene que ningún futbolista “jugó a menos” ante Finlandia, pero que el ambiente enrarecido derivó en un final inevitable.
El gesto de despojar al máximo ídolo de su brazalete sin consenso fue leído como una provocación. Y el castigo vino de todos lados: desde los hinchas hasta la interna dirigencial, pasando por el propio plantel, que —aunque no se expresó públicamente— dejó trascender su malestar. “No se puede tratar a un jugador como Lewandowski de esa manera”, dijo el entrenador Jakub Jeziorski. “Merece que ciertas cosas sucedan en sus términos”, agrega en declaraciones que consigna el sitio polaco www.plotek.pl.
Probierz, que había asumido el cargo en septiembre de 2023 tras la salida de Fernando Santos, dirigió 21 partidos: ganó 9, empató 5 y perdió 7. Su ciclo, aunque breve, estuvo marcado por altibajos futbolísticos y, sobre todo, una errática gestión del grupo. Perdió la Liga de Naciones, fracasó en la Eurocopa de Alemania 2024 (donde sumó un solo punto en la fase de grupos) y terminó enfrentado con su capitán histórico.

La figura de Probierz, de 52 años, no era particularmente carismática ni arrastraba una historia gloriosa en el fútbol polaco. Su paso como jugador por clubes como Widzew Łódź, ŁKS y GKS Bełchatów fue discreto y breve. Su carrera como entrenador tampoco estuvo exenta de sinsabores: en Widzew fue despedido tras seis fechas, en ŁKS se marchó antes del descenso, y en Bełchatów se fue antes de que el equipo perdiera la categoría. Con excepción de su buen ciclo en Jagiellonia Białystok, donde ganó una Copa de Polonia y una Supercopa, su historial está lejos de ser destacado.
El periodista deportivo Jacek Kudzia ironizó: “En Alemania, impresionó con sus trajes elegantes. Pero eso no alcanza. No se trata de la imagen, sino de resultados y gestión del vestuario”.
La renuncia de Probierz abre la puerta para el regreso de Lewandowski, aunque desde su entorno prefieren la cautela. Aunque la reconciliación con la selección es posible, más allá de que dependa del nuevo conductor del equipo.
En los pasillos de la Federación Polaca de Fútbol suenan dos nombres con fuerza: Jan Urban, exfutbolista y técnico con recorrido, y Maciej Skorża, que ya dirigió a la Sub-21. Urban es, por ahora, el favorito. “Ganó todo lo que pudo con Górnik Zabrze, a pesar de los problemas”, destacan desde Varsovia, según consigna https://dzienniklodzki.pl/.
El vicepresidente de la Federación, Adam Kaźmierczak, fue cauto: “Esperemos los próximos anuncios. La decisión aún está en el aire”.