El paso adelante de Thiago Almada: decisivo ante Uruguay y Colombia, empieza a ganarse su lugar en la selección
“Está siendo una muy buena aparición”, lo elogió Scaloni
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Hace once meses, Thiago Almada era el 10 de Atlanta United, en la MLS que giraba y gira alrededor de Lionel Messi. El chico de Ciudadela estaba cómodo, con un gran contrato en una franquicia que adora a los argentinos. Formado -y vendido- por Vélez, el talentoso mediocampista creativo tenía en sus vitrinas la medalla de campeón del mundo en Qatar 2022. Pero no le bastaba.
En su entorno entendieron que su etapa en Estados Unidos estaba cumplida. Para estar cerca de la selección, entonces, Almada necesitaba una liga más competitiva y más física. Donde no alcanzara con poder sacarse a un rival en una baldosa. Entonces apareció el estadounidense John Textor, dueño del Olympique de Lyon, e invirtió unos 19 millones de euros en su pase. El multimillonario de los efectos especiales dejó a Almada por seis meses en Botafogo, de Brasil, para que ayudara a ese club -también de su propiedad- tanto en el torneo local como en la Copa Libertadores.
Y Almada se graduó. Ya no sólo en el rol de un típico enganche, el 10 lagunero que el fútbol argentino exportó durante tanto tiempo como si fuera un corte de carne. Thiago dejó de ser Thiaguito, ganó musculatura y comenzó a sacrificarse por el equipo, cubriendo a veces la banda, otras siendo el primero en presionar, como patentó Julián Álvarez tanto en River como en la selección argentina. Después de todo, el chico de Ciudadela -que en la Albiceleste usa la 11 porque la 10 tiene dueño- sabe perfectamente que a Scaloni le encantan los mediocampistas de buen pie que aceptan ser reconvertidos. Leandro Paredes, Rodrigo De Paul y Alexis MacAllister son apenas algunos ejemplos.
Ya en Botafogo, Almada dejó un destello de su calidad durante el partido con Bolivia por las eliminatorias. Tras la habilitación de Nahuel Molina, el ex Vélez anotó el gol del 4-0. Fue su primera conquista en la selección mayor. Pero si su excursión por Brasil lo mejoró, su llegada a Francia lo potenció. En la Ligue 1 lleva 16 partidos, un gol y cinco asistencias. Y festejó otra vez por la Europa League.
Almada también dio el golpe en las últimas dobles fechas FIFA con la selección argentina. Se sabe que con Messi y Álvarez inamovibles en el frente de ataque sólo hay lugar para uno más en esa línea. El ex Vélez podría afincarse sobre la banda izquierda, si quisiera, pero no es un extremo que va de área a área. No lo siente tanto como el o como la pelota. Si pretende jugar ahí, Almada deberá seguir con el proceso de adaptación.
Hasta ahora no le va nada mal. En el Centenario de Montevideo hizo un gol a lo Messi. Recibió de Julián, calibró la mira, se armó el remate con dos toquecitos de derecha y sacó un misil tierra-aire que terminó con la pelota en el arco charrúa. Con el arco de frente, Almada es letal. Ante Colombia, este martes, volvió a dar otra muestra de su repertorio. Ahora, tirado hacia la derecha. Como en la capital uruguaya, el joven de 24 años se autogestionó el gol. Aprovechó que la defensa cafetera dormía la siesta por un reclamo infructuoso, miró el arco, se sacó de encima a un rival, evitó que otro le robara la pelota y descargó el botín derecho. Esta vez, el tiro fue más colocado que potente, como el de Montevideo. La pelota ingresó pegada al palo, doble caño mediante.
No estaba Messi y apareció Almada. Un cambio de época, sobre todo porque el ex Vélez iba a salir de la cancha. Quedaban 12 minutos para el final del encuentro, Colombia ganaba 1-0 y tenía un hombre más cuando sucedió lo inesperado: la Pulga pidió salir y lo reemplazó Exequiel Palacios. Almada, entonces, quedó en cancha. Y fue el responsable del empate. El salvador en Núñez.
“Hay que aprovechar la oportunidad, hay que seguir trabajando día a día para poder seguir a este ritmo y a este nivel”, dijo Almada tras el partido; tras su gol. Y agregó, sobre lo que le dio el fútbol francés; a la Ligue 1: “Creo que muchísimo, creo que mucho ritmo, el fútbol francés es muy físico y creo que me vino muy bien“. También habló de su conexión con Messi adentro de la cancha: “Trato de buscarlo, de devolvérsela a él. Ya sabemos lo que es”.
En su conferencia de prensa luego del empate con Colombia, Lionel Scaloni también elogió al nuevo titular de la selección. ”Asume y quiere intentar, y eso es lo mejor que puede tener un futbolista, no tener miedo a pedir la pelota. Está siendo para nosotros una muy buena aparición y nos deja tranquilos. Nos refuerza la situación de muchos jugadores que nos pueden aportar", afirmó el DT de la selección.
Almada es eso: la tranquilidad de que los jóvenes de ayer hoy ya están listos. Es, también, el vértigo y la posibilidad de sacarse a uno o dos o tres rivales en un movimiento. Es un interlocutor válido para Messi; una descarga, una asistencia, un pase inverosímil. Es, en definitiva, un chico que hasta no hace mucho disfrutaba de ver la medalla de campeón del mundo en Qatar 2022. Pero no era protagonista de la selección. Ni siquiera actor de reparto. Después de un par de cameos, algún que otro papel como actor secundario, Almada está listo para protagonizar. Y estar en la cartelera como uno de los grandes del campeón del mundo.